¡ Si yo no pido tanto!
Amor es lo que pido.
Briznas de amor para esta sed del mundo,
tan grande y tan sumisa.
Un diminuto amor, pero constante,
que dé su mano al que su mano tienda,
que limpie las miradas y los ojos
llene de dulcedumbre.
Algo de amor en esos corazones
que no aman a los niños,
que son capaces de cegar a un pájaro,
de aplastar las hormigas.
Algo de amor ; apenas un murmullo
de amor en cada pecho de criatura
hacia todos los seres,
hacia todas las cosas.
¡ Si yo no pido tanto!
Briznas de amor para esta sed del mundo.
Nuestros hijos son la razón de nuestra existencia,
para y por ellos vivimos.
Cada niño es una esperanza para cambiar el mundo ,
transformarlo en un mundo más humano y con más amor.
Por eso dejamos lo mejor de nuestras enseñanzas en ellos.
Mamá y papá de Gabriel Grillo.
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